Sunday, August 17, 2025

"Lugares y paisajes" de Andrea Zanzotto

Hablando de autores del Veneto, me parece increíble que aún no se haya traducido al español esta obra maestra (otra idea para editores ciegos): Luoghi e paesaggi, de Andrea Zanzotto, que recoge sus escritos dedicados al tema del paisaje. 

Comienza así: "Se si volesse avanzare l'ipotesi, più che di una Teodicea o giustificazione di Dio per aver creato il mondo, di una "Biodicea", e cioè di una giustificazione della vita in termini minimalistici, potrei esordire affermando che ciò che chiamiamo "vita" è in realtà qualcosa di estremamente ambiguo e contraddittorio, pieno com'è di calci e baci, baci pochi e calci tanti".

(Comprado en Venecia el 28 de marzo de 2022)

"Luoghi e paesaggi". Autore: Andrea Zanzotto. Editore: Bompiani. Anno: 2013. 

Las "historias de una vida" de Giovanni Comisso

Lo encontré entre las estanterías atestadas de un librería veneciana perdida por las callejuelas. Se trata de una selección de los artículos que durante tres décadas escribió Giovanni Comisso (1895-1969),en el Gazzettino. Se trata, quizá, del mejor escritor del Véneto junto con Zanzotto. Son una maravilla. 

"Aveva voluto tornare al mare, dove era stato con suo figlio l'estate precedente alla sua morte. La morte della moglie era stata per lui come la scomparsa di un essere che si era avvicinato a lui, ma che non era stato mai suo. Il figlio invece gli somigliava nei gesti e nei lineamenti, somigliava alla sua giovinezza che gli ricreava con i suoi impeti e desideri. Era parte di se stesso, che progrediva in un altra vita e lo rendeva felice anche quando gli ammonimenti rimanevano inascoltati"

"Storie di una vita. Trent’anni al Gazzettino". Autore: Giovanni Comisso. Editore: Gazzettino. Anno: 1982. 

Saturday, August 16, 2025

La ilusión, la alegría, la melancolía, el deseo

"Ningún goce es comparable al que es cumplimiento de una ilusión; es ella la que le da su máxima intensidad, su calidad más alta, precisamente porque lo vincula a la vida, lo introduce en alguna de sus trayectorias, lo identifica al menos con una porción del proyecto personal, hace que en ese goce el yo se encuentre y reconozca a sí mismo en lo que verdaderamente es. No se trata ya de un goce extrínseco, adventicio, impersonal, sino propio, irrenunciable, insustituible.

Pero la vida no cesa ni se detiene. Ese regusto de eternidad que tiene la ilusión cumplida no puede encubrir la temporalidad efectiva de la vida. Como una sombra, se proyecta sobre la ilusión realizada la inquietud por su fugacidad. El deseo de eternidad se junta con la sospecha —o la certeza— de que eso no es posible. De ahí que la alegría y la melancolía sean inseparables dentro de la ilusión. Por ser un fenómeno personal y temporal, aparecen en ella indisolublemente la necesidad de eternidad y la evidencia de que el tiempo seguirá fluyendo y pasando. Por eso la ilusión, lejos de ser un fenómeno psíquico, un mero estado de ánimo, es un acontecimiento dramático de la vida humana."

"Hay ilusiones que aparecen como inseparables del proyecto que nos constituye, que nos acompañan de manera permanente, en las cuales encontramos alguna justificación — acaso suficiente, tal vez no— para vivir. Son las que los latinos llamaban las «causas de vivir», como en la famosa expresión propter vitam, vivendi perdere causas, por la vida, estropear o echar a perder las causas o motivos de vivir. Aunque parezca increíble, casi nadie —sobre todo por razones lingüísticas— identifica eso con la ilusión."

"Aristóteles adivinó, por lo menos, la importancia de la órexis, del deseo, al mostrar que las potencias adquiridas —frente a las congénitas—, que son las más propiamente humanas, no se actualizan sin más y automáticamente, meramente porque estén dadas las condiciones para su ejercicio, sino que necesitan una órexis o proaíresis (elección). Por eso el hombre, además de tener zoé o vida biológica, tiene bíos o vida biográfica, y por eso, añade, «difieren mucho las vidas de los hombres». El deseo es el ámbito en que se engendra la ilusión. Podríamos decir que pone en tensión el fondo de la persona, lo moviliza hacia algo, y lo hace manar en continuidad: por eso he empleado el adverbio «fontanalmente» para calificar el curso —o, mejor, fluencia— de la vida humana."

"La distinción entre deseo e ilusión es sumamente profunda, porque ambos pertenecen a distintos planos o formas de realidad. El deseo tiene su lugar en la vida psíquica y puede ser estudiado por la psicología; la ilusión es un ingrediente o una posibilidad de la vida personal, y corresponde a la psicología sólo en la medida en que esta trascienda de sus límites propios para buscar su radicación. Por eso la ilusión tiene un carácter dramático, que el deseo no posee. Quiero decir que es algo que le pasa a alguien, y que afecta a la configuración proyectiva de su vida. No así el deseo, que es un componente no dramático de las estructuras dramáticas de la vida biográfica, así como las sensaciones son contenidos no intencionales de los actos psíquicos o vivencias, que son intencionales, como vieron Brentano y, sobre todo, Husserl."

(Julián Marías, Breve tratado de la ilusión)

La despedida veraniega de Albiac

"El turismo es la peste del siglo XXI. Y él es parte de esa peste. ¿Cómo no va a saberlo? Se acabó el curso. Prepara sus maletas para el viaje.

Y, ¡qué demonios!, él ha amado siempre el verano madrileño. ¿Por qué, sin embargo, viaja cada año por estas mismas fechas? Dirán algunos que es que no está en su sano juicio. ¿Y qué enamorado puede estarlo? Pero alejarse de esta ciudad es, quizá, el mejor modo de saber cuánto se la ama. Y retornar luego a ella, consciente de tan raro privilegio. Su natural tiende al confort sedentario, que le ha costado una vida entera tejer en torno suyo: como una algodonosa tela de amigable araña. Dispone allí de todo. Lo que pudiera interesarle. Poco. Completo y sin esfuerzo. Sabe que no verá, en el lugar del viaje, más realidad que la que leyó antes en alguno de esos libros, pulcramente ordenados ante él en la biblioteca. Los ojos no conocen. Reconocen. Lo sabido.

Y ahora, a punto ya de tomar el avión hacia muy lejos, se sabe irrisorio trasunto de aquel Des Esseintes leído en una novela de Joris-Karl Huysmans. Todo viajero no perfectamente ingenuo sabe serlo, aunque no haya leído en su vida el exquisito capítulo en el que una lectura exhaustiva de las maravillas de Londres exime a su protagonista de tomar el barco cuyo billete tiene en el bolsillo. ¿Para qué va a hacerlo, si nada va igualar lo leído? El protagonista de esa novela de 1884 habita un palacete en las afueras de París. Atrincherado. El mundo, fuera, le aparece como amalgama menor, en nada comparable a ese interior en el que deja transcurrir sus gratos días. Una fastuosa biblioteca. Un bello mobiliario. Nada de lo de fuera puede ofrecerle nada que mejore lo de dentro. Claro que –y eso no está al alcance de todos– Des Esseintes es un riquísimo rentista. Una pena no serlo, se dice el vulgar turista, mientras sigue, resignado, apañando, bien que mal, su maleta.

Y está también el condenado Raymond Roussel. ¿Quién demonios habrá traído ahora hasta la memoria de nuestro potencial viajero al escritor más raro del primer tercio del siglo XX? Y ahí, el odio de este que trata de enlosar con ropa ligera y bañadores su maleta, se dispara a un comedido infinito. No, no es odio; mejor, rencor; o, confesémoslo, una envidia mastodóntica. Porque Roussel no es siquiera un personaje literario como lo era Des Esseintes. Es –fue– un escritor asquerosamente millonario. Que dilapidó una fortuna familiar en hacer lo que le dio la gana. Y que, cuando el último céntimo hubo ardido, optó por morirse. ¿Cómo contaba Roussel haber escrito sus libros sobre los más lejanos confines del planeta? Las Impresiones de África de 1910, por ejemplo. Viajando hasta el lugar elegido. Encerrándose en la mejor suite del mejor hotel para extranjeros ricos. Escribiendo allí. Viajando de vuelta a casa. Corrigiendo lo escrito. Dalí homenajeará ese inaudito genio. La banda surrealista se dará de bofetadas, en los años veinte, para defenderlo. Literalmente. Pero, ¿cómo éste de ahora, con su triste maleta a cuestas, osaría competir con un dandi millonario sin más curiosidad que la de calcular los años precisos para fundir el patrimonio de un par de generaciones.

Todo eso y alguna cosa más le ha venido de pronto, ante la maleta abierta. Pero él, decididamente, no es un estético asceta como Des Esseintes. Ni posee el genio misantrópico de Raymond Roussel. Y ha decidido tomar ese avión de las ni se sabe cuántas mil horas y los bastantes euros. Se aviene a un apaño decorosamente pragmático. Se levanta. De la biblioteca toma un grueso volumen con las obras de Kawabata. Retira un par de zapatos para hacerle un hueco. La maleta pesará algo más. No importa. Da su mentido adiós a todo esto. El turismo es, ciertamente, la peste del siglo XXI. Él es parte de esa peste. Volverá en septiembre."

(Gabriel Albiac, El Debate, 30/07/2025)

Friday, August 15, 2025

"Colofón" a la "Crónica del Café Gijón"

Ramón Gómez de la Serna, el gran RAMÓN, es una fuente inagotable. Hoy lo traigo aquí por su epílogo, titulado "Colofón", al libro de Marino Gómez Santos Crónica del Café Gijón (estupendo libro, por cierto). Pues bien, comienza el texto diciendo lo siguiente: "El Colofón es algo digno de ser escrito por Cristóbal Colón, pero a mí me han anunciado como 'colofón' y aquí estoy".

"Muchas veces me fui de un café porque me veía en los espejos como haciéndome muecas a mí mismo".

"Al ser descrito un café toma un aire mitológico, o mejor dicho, mitománico, y se asoma uno a uno de los dramas más amenos de la vida, al drama de no querer morir, al meter jaleo para no morirse, al dar trascendencia a las cucharillas para agarrarse a ellas en último extremo".

"El escribir en el café desespera a la larga, deja un poco a la intemperie el cerebro; está bien como comprobación intermitente -Pombo no era más que los sábados-, pero en la inhóspita buhardilla -que con un poco de ingenio y resignación puede ser hospitalaria- hay que plantear las cosas para que tengan carácter universal, elevándose sobre las acosadoras habladurías".

"La buhardilla del café salva del café y el café salva -como fin de semana- de la estrechez de la buhardilla".

(Citas de Ramón del "Colofón" a Crónica del Café Gijón de Marino Gómez Santos, Biblioteca Nueva, Madrid, 1955.) 



Thursday, August 14, 2025

La "Roma nocturna" de Giuseppe Sciuto

Descubrí el libro en una de esas casetas romanas que hay en mitad de la calle. Lo primero que me llamó la atención fue la preciosa portada (entre cubista y modernista, o algo así, con una tipografía perfecta) y el título: "Roma di Notte: Guida illustrata per i visitatori senza alloggio". "Roma de Noche: guía ilustrada para visitantes sin alojamiento". ("sin casa" sonaría mejor). Autor: Giuseppe Sciuto. Lugar de edición y fecha: Roma, Giorgio Berlutti Editore, Piazza Navona 15, 1921. 

Lo abrí y leí algunas frases al azar, que me parecieron perfectas: el tono irónico (como en la dedicatoria, recargando el estilo a lo Bufalino), la poesía, los detalles de la vida de la época... 

(Dedicatoria)

Al Comissario per gli alloggi

felice ed opportuna istituzione, simbolo vivente della straordinaria perspicacia governativa, esponente della severa e lodevole intransigenza dello Stato, inesorabile contro l’unghiata ingordigia della speculazione e la tirannia bestiale dei Padroni di Casa, questa guida modesta, dagli intendimenti filantropici ed umanitari, è rispettosamente dedicata, onde ad essa l’illustre ed energico funzionario si ispiri e da essa tragga quel valido consiglio ed aiuto per dare finalmente al grave problema degli alloggi quella naturale ed onesta soluzione che era già stata divinata dagli ottimisti ed auspicata dai buoni.

"La cubierta es una maravilla, no puedo dejarlo aquí", le comenté a mi mujer. Ya, pero comprar un libro sólo por la portada y unas frases es un poco extremo, pensé. Tengo demasiados libros y poco hueco en casa. Valía menos de 10 euros, pero no me decidí, porque estaba intonso y no pude leer mucho más.

Anoté en el cuaderno: "Mi gran descubrimiento de hoy ha sido 'Roma di Notte'. Lo he dejado pero creo que volveré a comprarlo (es una caseta de esas callejeras). Me gusta la portada y el título y la dedicatoria, y el libro tenía buena pinta, aunque estaba intonso y no he podido leer mucho...."

Volví unos días después a la misma caseta con la esperanza de que alguien se lo hubiese llevado, pero no: allí estaba. Lo compré, naturalmente. Abrí las páginas con un cuchillo. Cubierta de Bandinelli. El Copyright, con la alusión explícita a Suecia y a Noruega, no lo entendía bien del todo (¿sería una coña por el Nobel, o algún problema político de la época?). Me empezó a gustar tanto el libro que incluso sopesé escribir un artículo titulado "La Roma nocturna de Giuseppe Sciuto" (quizá algún día lo escriba). A lo mejor sólo es la emoción del descubrimiento y estoy distorsionando calidades, pensé. 




Otro libro más para traducir y publicar cuando llegue el socio capitalista...

Buceé por Internet y únicamente encontré esto sobre el autor, un total desconocido: Roma di notte. La Stazione Termini (Giuseppe Sciuto - 1921). Del editor llegué a la conclusión -creo recordar- de que era un miembro del Partido Nacional Fascista de Mussolini y devoto seguidor del Padre Pío, uno de los que más hizo por la glorificación de este fraile capuchino (santo desde 2002), pero tampoco indagué mucho más.

Copio y pego alguna de sus citas (cortesía de Salvatore Lo Leggio):

“Il giorno è un eviratore prosaico dell’assoluto estetico, è solo un fucinatore di tritumi modesti di bellezza  e di particolari umili compressi e violentati da freddi rigorismi lineari o coloristici o da volgari grossolane simmetrie delimitatrici. E’ adatto per le anime mediocri…, per gli esseri faccendieri e per le coscienze esteticamente torbide che ignorano il senso intensivo del sintetismo…”. 
“Nessun uomo di genio è stato concepito di giorno”.
“Troia fu presa di notte”.
“Di notte Mosè venne abbandonato sulle acque del Nilo e di notte Romolo e Remo vennero fatti galleggiare nel famoso cesto di vimini sul Tevere sacerdotale e biondo”.
“La lupa – inutile dirlo - è animale eminentemente notturno e non poteva di certo allattare di giorno, quando doveva pensare a dormire”.
“Le baccanti celebravano sempre di notte le loro feste scapigliate e rumorose: “In girum imus nocte et consumimur igni”. – e perfino questo palindromo bellissimo venne indubbiamente ideato e scritto di notte da qualche insonne e studioso monaco certosino del medioevo”.
E ancora: “Diogene amava a tal punto la notte da girare anche in pieno giorno con una lanterna accesa per Atene in cerca dell’uomo onesto”.
“Empedocle scelse una notte spaventosa, lacerata da sinistri bagliori di eruzioni e si buttò nelle voragini incandescenti dell’Etna… per scoprire i fenomeni oscuri della vulcanologia”.
“L’imperatore Caligola fece svegliare di notte tutti i senatori di Roma per interpellarli circa il modo migliore di cucinare uno storione regalatogli da un vassallo dell’impero”.


Roma, la Stazione Termini ai primi del Novecento (cap. II)
Stazione centrale di Termini.
Salone grande della biglietteria. A mezzanotte si può eludere facilmente la vigilanza dei guardia-sala e spingersi fino alla sala di aspetto di terza classe, dove si può comodamente riposare per terra sotto i tavoli.
Non sono consigliabili le sale di seconda classe dove la vigilanza è più assidua. Escluse assolutamente la sale di prima classe. Ricordare che non tutti gli abituali frequentatori notturni delle stazioni sono, in genere, disgraziati, come voi… Molti – specialmente giovinastri e teppisti – frequentano le sale di aspetto e le altre località dove viaggiatori e forestieri senza alloggio sogliono passare la notte, allo scopo di profittare abilmente della loro stanchezza per derubarli… Non sono quindi mai eccessive le precauzioni più intelligenti ed energiche.
L’impresa di penetrare fino alle sale d’aspetto può essere facilitata enormemente dal biglietto d’ingresso -  (cent. 20, dritto testa muliebre con spiga, rovescio donna nuda) – che si acquista agli appositi apparecchi automatici. Con tale biglietto, voi avete libero accesso alla stazione, ma nessun diritto di passarvi la notte. Se non siete profani della topografia e delle disposizioni abituali di servizio, potete anche profittare di qualche vettura di seconda classe, ed anche di prima, in giacenza sui numerosi binari morti. L’impresa però non è molto facile e può procurare delle noie.
Più consigliabile e di più sicura realizzazione è il tentativo di passare la notte in una sala d’aspetto di terza classe. In caso di controllo dei guardasala affermate risolutamente di essere giunti con gli ultimi treni della notte da una località qualunque, - (basta prima consultare opportunamente un orario ferroviario) - e non sapere, a quell’ora dove trovare un alloggio. Se vi chiederanno la tessera ferroviaria, direte con chiarezza che l’avete perduta; se si meraviglieranno perché non avete nemmeno una valigia, rispondete tranquillamente con un sorriso di sprezzante superiorità che siete milionari e avete l’abitudine di viaggiare senza bagagli.

Wednesday, August 13, 2025

Xuan Bello (1965-2025), el bardo de Paniceiros

Hay en la prosa poética de Xuan Bello algo difícil de definir, una emoción contenida, una belleza continua, una prosodia infalible. Esa mezcla de relato y ensayo y poesía, de observación y memoria (individual y colectiva), de palabras escogidas e imágenes fulgurantes, de recuerdos exactos y condensación del tiempo.

Al igual que Cunqueiro escribió toda una geografía espiritual de Galicia, Xuan Bello lo ha ido haciendo con Asturias. No es casual que tradujese al asturiano Escuela de melecineros y fábula de varia xente (1997), el libro de retratos del común con el que el bardo mindoniense trató de dar forma al alma gallega.

Muerto a los sesenta años, inesperadamente, por un aneurisma de aorta, nos quedan sus libros: sobre todo Paniceiros (2004), que incluye Historia universal de Paniceiros (2002) y Los cuarteles de la memoria (2003), pero también La nieve y otros complementos circunstanciales (2012), Las cosas que me gustan (2015) o Incierta historia de la verdad (2019), que son los que tengo aquí en la mesa. También queda su poesía en asturiano y sus traducciones de Pessoa, Stevenson, Conan Doyle o Castelao, entre otros. 

En su emocionada despedida, el profesor y crítico literario José Luis García Martín -conocido en los ambientes literarios más por su quisquillosa mordacidad que por sus generosas alabanzas, que también las tiene- ha destacado cómo cada domingo Xuan Bello “nos regalaba un nuevo capítulo de la historia universal e interminable de Paniceiros”. Hay que agradecer a las pequeñas editoriales Xordica, :Rata_ o El Pasaje de las Letras que nos hayan ido ofreciendo, a quienes no podíamos acceder a sus artículos, todas esas joyas reunidas en libros. Quedarán muchos otros por hacer, recogiendo su labor en los periódicos. Como añade García Martín: “No lamentamos el cese de su escritura. Pronto comenzarán a llegar nuevos libros suyos, los que él no se entretuvo en ordenar porque tenía prisa”. Así sea.

Recuerdo la ilusión que me producía encontrar los libros de Xuan Bello en La Central de Callao, supongo que gracias a la labor de su amigo Martín López Vega.

Xuan Bello nos ha ayudado a entender Asturias a los que sólo tenemos cierta relación colateral con esta tierra, como -en mi caso- un abuelo materno nacido en Grandas de Salime, que, como me dijo Xuan Bello la única vez que coincidí con él, es “el Mundu”.

Hay que ser agradecidos con los que nos han hecho disfrutar tanto. Aunque pueda estar mal visto el agradecimiento (que se interpreta como una forma de peloteo o amiguismo en vida, o de apropiación indebida post mórtem), lo cierto es que de bien nacidos es ser agradecidos. Como dijo Roger Scruton poco antes de morir: “Al acercarte a la muerte empiezas a saber lo que significa la vida, y lo que significa es gratitud”. 

Muchas gracias, pues, a Xuan Bello, por los estupendos ratos que nos ha hecho pasar.



Tuesday, August 12, 2025

Afonismos

"Lorem ipsum" significa "obra en marcha".

Desengáñate: seguro que esa idea genial se le ha ocurrido antes a alguien. 

Yo quiero ser un optimista antropológico, pero qué difícil me lo ponéis a veces, cabrones.

La realidad es aristotélica, y la muerte, platónica.

Mucha revolución francesa pero aquí nadie paga derechos de autor.

Mi lema de vida sería: "Que cada palo aguante su vela". Pero ya me empiezan a pesar demasiado (los palos, las velas, etc)...

Hay gente buena que cree en Dios y gente mala que dice que cree en Dios.

¿Quién se compra un pack de dos lonchas de jamón York (como yo vi en París)? El hombre invisible.

La verdad, la belleza y el bien son fascistas. Algo así dijo Foucault, creo.

De pequeño era sólo ojos (eso me dicen, al menos). Y sigo trabajando en ello.

Los posthumanistas siempre van retrasando el deadline (nunca mejor dicho, porque acabará con el pequeño inconveniente de la muerte) de la singularidad tecnológica, ese cuento chino.

El 21 de abril a mediodía el sol entra en el óculo del Panteón de Agripa iluminando totalmente la puerta de entrada al templo. Apuntado queda.

Il mio nuovo motto è: "Abbastanza straniero per visitare Roma, abbastanza romano per capirla".

Lo prazzesco è un pò pazzesco.

Scherzo ma non troppo.

Estamos siempre fluctuando entre el horror al infinito de los griegos y el horror vacui de los medievales.

Las ideas son gratis, aunque se paga mucho a la gente por no tenerlas.

Los mediocres son los otros.

Verano, Madrid, 40 grados a la sombra. Te pones a leer la Fenomenología del espíritu de Hegel. Es lo más cerca que he estado del infierno.

El único problema de los realistas es que se mueren.

Cuando las feministas dejen de aceptar lo de "las mujeres y los niños primero" entonces empezará la igualdad.

Sentido del humor: al final sólo te salva la gracia... divina.

Ser ingenioso sin interrupción es un poco cansino.

(Extraídos de un grupo de Whatsapp conmigo mismo llamado "Yo") 

Monday, August 11, 2025

Duane Michals: el fotógrafo de lo invisible

“Cuando miras mis fotografías estás mirando mis pensamientos” 
"Yo creo en lo invisible. No creo en lo visible. La realidad no me interesa en absoluto. Prefiero vivir en un mundo irreal, me parece más estimulante. Para mí, la realidad está en la intuición, la fantasía, y en esa pequeña voz en mi cabeza que me dice: ¿no es acaso esto extraordinario?"
"Las fotografías que imagino son para mí algo más que incidentes casuales de los que podría ser testigo. Los procesos de mi conciencia son el material de mis fotografías"
“Se me ocurrió que el espejo, al transformar todo lo que se ponía ante él, me ayudaría a ilustrar el Principio de Incertidumbre de Heisenberg. Cuando la modelo se movía un poco, la imagen reflejada cambiaba completamente. Resultaba extraño, con un toque líquido, y muy emocionante. Era como si yo viera la energía de la modelo evolucionar y vibrar ante mis ojos”
"Andy Warhol era un chico sin personalidad, casi una falsificación de sí mismo”
"Si me dejo llevar por la memoria, todavía puedo sentir el nudo de emoción que me invadió cuando doblé la esquina de la Rue Mimosas, buscando la casa de Magritte. Era agosto de 1965. Tenía treinta y tres años y estaba a punto de conocer al hombre cuyas profundas e ingeniosas pinturas surrealistas habían contradicho mis suposiciones sobre la fotografía. Fue muy amable conmigo, dándome carta blanca a sus tesoros”
“Siempre he pensado que las fotografías no cuentan lo suficiente. Describen muy bien, pero cuando yo añado un texto lo que hago es señalar algo que no se puede ver”






































 

Sunday, August 10, 2025

Sir John Soane's Museum

Hombre complejo de vida turbulenta y obra extraordinaria, Sir John Soane (1753-1837) era hijo de albañil, un self-made man de curiosidad enciclopédica. Hacia 1800 ya era rico y tenía éxito, diseñaba casas privadas para clientes poderosos y participaba en obras públicas. 
Fue uno de los arquitectos más influyentes y originales de Inglaterra, pero en Lincoln Inn Fields dejó su obra maestra: reformó una casa que llenó de tesoros artísticos y después lo legó todo a la nación inglesa. 
Según los biógrafos era una persona egotista, irascible, difícil. Experto en conseguir mecenas importantes, fue el arquitecto personal de dos primeros ministros y diseñó el Banco de Inglaterra, así como la United Grand Lodge of Freemasons y la Dulwich Picture Gallery, primer museo público abierto en Gran Bretaña. Toda su vida soñó con reformar las Houses Of Parliament y esbozó multitud de bocetos visionarios.
Aquí dejo las fotos que hice hace unos días en su casa-museo: